A toda la familia y amigos, mis más sentidos agradecimientos por estar acompañándome en este momento de especial significación para mí. 
La exposición virtual de mi pintura, obligada por la crisis sanitaria mundial, nace del impulso del espíritu que tenemos los humanos de comunicar y transmitir algo a los demás y que nos hace preguntar eso de qué somos, de dónde venimos, a dónde vamos, qué hacemos en este mundo. 
Es probable que la primera manifestación artística despertada en mí, hace más de cuatro décadas atrás, en una etapa difícil de mi existencia, coincidiera con la fortuna con la que  el destino quiso recompensarme, encontrando a Marlene ,  mi compañera de vida, que desde entonces comparte conmigo emociones de alegría, de  amor, de  dolor, de miedo, de esperanza. 
Aunque sólo en ocasiones, por  mi quehacer diario de trabajo,   me permitía coger los pinceles a manera de un escape sentimental, la obra que hoy  presento a todos ustedes , al cumplir 75 años de edad , que no es poco decir , no está focalizada en un determinado momento en su creación ,    ni tampoco en una única temática,  es más bien,  una  exposición  que pretende  involucrar a todos los que la  observen, a pensar en sí mismos,  a despertar y desarrollar aspectos inherentes a la esencia del ser humano, a su lado más  intuitivo, en lo que se ve,  pero también en lo que se intuye.  
Podría hablar de cada obra en particular, pero mi deseo es que cada quien entable con estos lienzos su propia conversación, piensen que estos cuadros son una muestra sobre algunas de las características más valiosas que tiene el ser humano: su voluntad de trabajo, su capacidad para vencer al dolor íntimo con el arte; mi íntimo deseo es que estas pinturas estén en la capacidad de explicarse a sí mismas.
En esta especial ocasión, quiero rendir mi homenaje al Maestro Ricardo Pérez Alcalá, poseedor de una técnica de excelencia con todos los atributos de un pintor que roza la genialidad y quien es fuente constante de inspiración cada vez que me enfrento a un lienzo en blanco; son sus trazos, colores, luces o sombras las que estimulan mi paleta. 
De la misma forma, quiero recordar a mi apreciado amigo, Ernesto Cavour , reconocido compositor y músico,  bajo cuyos compases y sones también bailan mis  pinceles en  imágenes coloreadas y tienen la virtud de transportarme  hasta las raíces de mi propia existencia.  
En el largo transitar por este mundo, afortunadamente encontré en mi camino personas que con generosidad y dedicación, contribuyeron a impulsar mis inquietudes intelectuales y artísticas, por ello, también  quiero mencionar a mi estimados amigos de mucho tiempo Embajador Sergio Sánchez Balliviány, Jean de Segonzac cineasta, y Ernesto Penaranda.

La gratitud es un valor que nos hace recordar, día a día el agradecimiento que debemos a nuestros padres por darnos el don de la vida. Hoy los recuerdo con especial gratitud por ser los principales promotores de mis sueños, les doy gracias por haber confiado en mí y en mis expectativas. De la misma manera, testimoniar el amor a mis queridos hijo e hijas y sus familias manifestarles   el orgullo de saber que las enseñanzas y los principios de rectitud y generosidad que les trasmitimos Marlene y Yo, son los cimientos en que basan su actitud para enfrentar la vida.  

Y por último, pero no menos importante, un agradecimiento especial a mi yerno, Eric Russo, por ayudarme armar esta presentación.
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